En los comentarios de mi ambigrama anterior, me pidideron uno para ser usado en un tatuaje. La idea, la verdad, me motivó bastante, porque que haya alguien que esté dispuesto a llevar para siempre en su piel un trabajo de uno es un orgullo. El resultado lo pueden ver acá arriba, y se puede agrandar pinchando sobre él.
A ver si algún día Sara envía una foto de su tatuaje nuevo (si es que le gusta, claro); sería la mejor forma de pagar (aunque sólo es un decir, porque nunca he querido ganar nada con esto) el favor.
Y a propósito de ambigramas y de tatuajes, acá hay una página dedicada precisamente a esto, donde de hecho tienen diseños para 850 nombres distintos (de hecho, acabo de notar que también tienen un diseño para Sara)... eso sí, sólo permiten ver una pequeña muestra del ambigrama (para poder venderlo), aunque de todas formas puede servir para tener una idea inicial.